Sé que estuvo mal, y claro, sin esta información no se comprende la entrada anterior, pero es que con un poco de pudor y otro mucho de ilusión y esperanza, os participo que en enero nacerá un "gilgameshito", de sobrenombre Ignacio.
Quizá así entendais el estado de alucinamiento permanente en el que estamos inmersos mi mujer y yo. Para que me entendais, me resulta muy muy fuerte escribir algo como "voy a ser padre", "voy a tener un hijo" y cosas así. Pero claro, es que tampoco estoy acostumbrado a decir "mi mujer", "mi esposa"...cuando digo este tipo de palabras, no puedo evitar tragar saliva y que el corazón "me haga un extraño".
Quizá algún día me acostumbre al vértigo de mi nueva vida..